Que mal resulta la labor de seguridad del comisario Fernando Obregón, pues tal como pasó en otros años, volvió a poner trabas a la labor periódistica de los medios de comunicación que en gran masa llegaron al estadio de Juliaca. Obregón en un comienzo dijo que a las 2:30 de la tarde ingresarían los periodistas al campo de juego, pero luego sólo dejó ingresar a unos cuantos. Cuando acabó el primer tiempo, ordenó que todos los hombres de prensa se retiren del campo de juego, con lo cual no se pudo realizar la cobertura del caso en el segundo tiempo. Y para variar después de 20 minutos de la cumlinación del match, los periodistas tuvimos acceso nuevamente al terreno de juego.
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