Escribe Manuel LópezEl fútbol como en la vida da vueltas y las revanchas aunque a veces tarde llegan.
Pues esta vez el técnico Martín Dallorso fue el ganador sobre su colega Elbert Rubiños.
El jueves pasado ambos técnicos se enfrentaron en Chimbote, con sus respectivas escuadras por la Copa Perú. El ex delantero de Sipesa al mando de Once Amigos de Huarmey y el “seis” dirigiendo al local Juventud La Unión.
Pero Martín Dallorso tenía una cuenta pendiente con el experimentado entrenador y seguro eso habrá un sido un plus especial para el “cazador” para querer ganar.
En 2003, Dallorso dirigiendo a Juventud Indoamérica de Casma forzó un partido extra con José Gálvez de Chimbote en la ciudad de Huarmey. El cuadro galvista adiestrado en ese entonces por Elbert Rubiños se impuso en un partido raro y hasta cuestionado por 3-1. En aquel entonces, la maña y experiencia del “seis” fue determinante sobre un novato Martín Dallorso.
Pero han pasado los años y las canas de Dallorso lo evidencian como los kilos de más que hoy demuestra para poner en práctica lo que aprendió durante este tiempo y cobrarse una vieja deuda que Elbert Rubiños le tenía.
Pues esta vez el técnico Martín Dallorso fue el ganador sobre su colega Elbert Rubiños.
El jueves pasado ambos técnicos se enfrentaron en Chimbote, con sus respectivas escuadras por la Copa Perú. El ex delantero de Sipesa al mando de Once Amigos de Huarmey y el “seis” dirigiendo al local Juventud La Unión.
Pero Martín Dallorso tenía una cuenta pendiente con el experimentado entrenador y seguro eso habrá un sido un plus especial para el “cazador” para querer ganar.
En 2003, Dallorso dirigiendo a Juventud Indoamérica de Casma forzó un partido extra con José Gálvez de Chimbote en la ciudad de Huarmey. El cuadro galvista adiestrado en ese entonces por Elbert Rubiños se impuso en un partido raro y hasta cuestionado por 3-1. En aquel entonces, la maña y experiencia del “seis” fue determinante sobre un novato Martín Dallorso.
Pero han pasado los años y las canas de Dallorso lo evidencian como los kilos de más que hoy demuestra para poner en práctica lo que aprendió durante este tiempo y cobrarse una vieja deuda que Elbert Rubiños le tenía.
Foto: Américo Santolalla
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