Muchas veces hizo buenos partidos pero al final perdían. Ahora la historia fue diferente para Los Pumas que consiguió un triunfo de “seis puntos” ante Barrionuevo y pelea por ingresar a la liguilla.
Esta vez, el cuadro felino no anduvo muy fino como en otros partidos, pero jugó con más inteligencia que su rival y su sorpresiva victoria fue el golpe de la fecha.
Pumas empezó rezagado, a la espera de las intenciones de Barrionuevo que no ataba ni desataba en ofensiva. Por lo general chocaba con la recia zaga felina pero también es cierto que su delantera es muy limitada.
Esta vez, el cuadro felino no anduvo muy fino como en otros partidos, pero jugó con más inteligencia que su rival y su sorpresiva victoria fue el golpe de la fecha.
Pumas empezó rezagado, a la espera de las intenciones de Barrionuevo que no ataba ni desataba en ofensiva. Por lo general chocaba con la recia zaga felina pero también es cierto que su delantera es muy limitada.
Los azules no habían llegado tampoco con fuerza al arco de Quispe pero al menos fue astuto para aprovechar una falla rival para meterla al fondo. Minuto 24 de la parte inicial, el zaguero Palacios rechaza en falso un balón que queda en los pies de Franklin Díaz y de un “sombrerito” venció a golero Ronald Quispe.
La claridad para atacar nunca se dio en Barrionuevo y a cuentas gotas intentó irse al descanso con el empate. Abusó mucho del juego individual.
Barrionuevo recargó sus fuerzas en el complemento, tuvo más propiedad y criterio pero para asomar sobre la valla de Figueroa. La falta de fútbol fue reemplazada por entrega y fuerza pero Carlos Pérez, Claudio Fabián y compañía estuvieron erráticos al momento de definir.
Los Pumas también tuvo lo suyo y de contragolpe, Ronald Ramírez tuvo a mal traer a la defensa barrionuevina y aportó al triunfo felino que ahora pelean no solo por bajar.
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