Escribe Manuel López
Se puede decir que es una “cuestión normal”, la decisión de un jugador en acabar su carrera en un equipo distinto al de su tierra.
¿No tiene mucho sentido verdad? Pero por lo visto el huarmeyano Martín Gastiaburu pensó lo contrario y decidió morir – futbolísticamente hablando – en San Martín de nuestra localidad.
¿Qué raro, verdad? Pero así sucedió y es que acaso ningún equipo de su natal Huarmey quiere tener a un jugador de tanta experiencia y recorrido en la Copa Perú.
Da la impresión que no y en Casma la situación no podría ser tan distinta. Es cierto que su paso por Cultural Casma fue importante y valioso pero esos buenos recuerdos ya pasaron. El Martín de ahora ya no es el mismo. Perdió velocidad, reflejos, en pocas palabras ya no es garantía en la zaga.
Entonces la pregunta salta a la vista, ¿Es un aporte futbolístico la llegada de Martín a San Martín y al fútbol casmeño? Yo creo que no.
Entiendo también que cumplir 33 años este año, le impediría jugar en cualquier equipo de Casma, de Huarmey o de donde sea. Solo podría hacerlo en Amigos de Belaunde, su último equipo en la temporada pasada. Eso quiere decir que la transferencia de Gastiaburu al cuadro de San Martín debería quedar anulada por la Liga Departamental de Fútbol de Ancash.
Tampoco es saludable para nuestro fútbol la llegada de un jugador con una reputación cuestionada. No es que se le acuse de algo malo pero poco o nada contribuye en aras de la transparencia que un jugador reciba reiteradamente acusaciones de algunos dirigentes de su provincia y hasta de de un técnico reconocido como Martín Dallorso, sobre actitudes que lindan contra la moral y las buenas costumbres.
Se puede decir que es una “cuestión normal”, la decisión de un jugador en acabar su carrera en un equipo distinto al de su tierra.
¿No tiene mucho sentido verdad? Pero por lo visto el huarmeyano Martín Gastiaburu pensó lo contrario y decidió morir – futbolísticamente hablando – en San Martín de nuestra localidad.
¿Qué raro, verdad? Pero así sucedió y es que acaso ningún equipo de su natal Huarmey quiere tener a un jugador de tanta experiencia y recorrido en la Copa Perú.
Da la impresión que no y en Casma la situación no podría ser tan distinta. Es cierto que su paso por Cultural Casma fue importante y valioso pero esos buenos recuerdos ya pasaron. El Martín de ahora ya no es el mismo. Perdió velocidad, reflejos, en pocas palabras ya no es garantía en la zaga.
Entonces la pregunta salta a la vista, ¿Es un aporte futbolístico la llegada de Martín a San Martín y al fútbol casmeño? Yo creo que no.
Entiendo también que cumplir 33 años este año, le impediría jugar en cualquier equipo de Casma, de Huarmey o de donde sea. Solo podría hacerlo en Amigos de Belaunde, su último equipo en la temporada pasada. Eso quiere decir que la transferencia de Gastiaburu al cuadro de San Martín debería quedar anulada por la Liga Departamental de Fútbol de Ancash.
Tampoco es saludable para nuestro fútbol la llegada de un jugador con una reputación cuestionada. No es que se le acuse de algo malo pero poco o nada contribuye en aras de la transparencia que un jugador reciba reiteradamente acusaciones de algunos dirigentes de su provincia y hasta de de un técnico reconocido como Martín Dallorso, sobre actitudes que lindan contra la moral y las buenas costumbres.
Foto: Manuel López
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